martes, 25 de noviembre de 2008

8

Representó para mí lo que para la sequía la lluvia larga y suave de abril. Con él me reafirmé en mis ganas, recuperé mis ilusiones masacradas y volví a respirar de nuevo. Rasgué la coraza y me identifiqué a mi misma dejándole adentrarse en los rincones más recónditos de mi cuerpo, `[por entre el tacto de mis yemas y el escozor de mis pupilas.] Re.volviéndome en los escalofríos de las raíces marchitas que revivían para volver a erizarme el vello.

Álex era todo eso que yo siempre había anhelado: era libertad y revólver. En él guardaba miles de secretos y sentimientos clandestinos que le rellenaban de vivacidad, fuerza y empeño. En él vi reflejada, aunque de eso me di cuenta más tarde, mi alma despedazada reconstruida de nuevo. Complementándonos a la perfección en cada huída y en cada reto. Y a[r}mado con esa alegría infantil que siempre me ha palpitado en el pecho, me ayudó a renhacer de mis nostalgias para reencontrar de nuevo utopías escondidas en lo más profundo de mi ser.

Y así, [pese a que sencillo y humilde] se alimentaba de multitud de palabras y escritos que conectaban sus des.ordenadas ideas con los cables de la coherencia más absoluta, digna de retar a cualquier estudioso catedrático y de retorcerle su amaestrado cerebro en interrogantes existenciales que [posiblemente], el co.razón del viejo creía haber descifrado con su experiencia.

Así que Álex con sus descabellados planes unidos enteramente a mi locura, no tardó en convertirse [de modo disimulado y secreto] en mi igual.

En mi confidente más íntimo y en mi tentación más intermitente.

domingo, 16 de noviembre de 2008

7

Me imagino que esas miradas de desaprobación son lógicas y corrientes dentro de la normalidad. La normalidad es así [estereotipada, uniforme, ordinaria, habitual, predecible, común], pueden mirarte con desprecio, por encima del hombro o incluso de reojo con una sonrisa burlona. Pero en el fondo lo saben, no eres como ellxs y por eso te han tachado y encasillado, y han desaprobado tus a[r]mas y tus pinceles de color(es). Celosos de la alegría, de la picardía y de los sueños que se encuentran muy adentro de nosotrxs (a quince centésimas de segundo por latido), que hierven en explosiones de creatividad e ingenio y que, en realidad, siguen más vivos que nunca, resistiéndonos a la mediocridad del gris de sus chaquetas, de sus botines y de sus guantes lustrados para la ocasión [para adentrarse en el triste acontecimiento que es su vida misma y que les ha envenenado por dentro].. Sobremuriendo sin sonrisas, sin be(r)sos, sin lágrimas y sin abrazos de verdad, porque la sinceridad y el deseo son enjambres repulsivos de enajenaciones nuestras.

Sobrevivimos, enfermxs mentales de diagnóstico claro:

Abrazofílicxs perdidxs, s
on.risofílicxs por dondequiera,
besofílicxs por placer.